¿Cómo contribuyen los invernaderos a la producción de alimentos y la seguridad alimentaria?
Temporadas de crecimiento extendidas: los invernaderos crean ambientes controlados que permiten la extensión de las temporadas de crecimiento.
Protección contra plagas y enfermedades: los invernaderos actúan como barreras físicas contra plagas, insectos y enfermedades de las plantas. La estructura cerrada ayuda a prevenir la entrada de organismos nocivos, lo que reduce la necesidad de pesticidas y minimiza las pérdidas de cultivos.
Rendimiento y calidad mejorados de los cultivos: los invernaderos brindan condiciones de crecimiento ideales, lo que permite a los agricultores optimizar el crecimiento de los cultivos y maximizar el rendimiento.
Conservación del agua: los invernaderos facilitan la gestión eficiente del agua al minimizar la pérdida de agua por evaporación.
Diversificación de cultivos: los invernaderos ofrecen flexibilidad en la selección de cultivos, lo que permite el cultivo de una amplia gama de especies de plantas. Los agricultores pueden cultivar cultivos que normalmente no se adaptan al clima o región local, ampliando la variedad de productos disponibles.
Agricultura Urbana: Los invernaderos juegan un papel crucial en áreas urbanas donde la disponibilidad de tierra es limitada. La agricultura vertical y los invernaderos en azoteas permiten producir alimentos en entornos urbanos, lo que reduce la distancia que los alimentos deben recorrer desde la granja hasta la mesa.